sábado, 31 de enero de 2015

Robotech: El Juego de Rol

Estimado lectores y lectoras.

Este blog comienza el año (muy tarde, y feliz 2015 a todos y todas) abandonando su temática general de fantasía medieval y runequestadas. Hoy hacemos un alto en ese camino para dar un salto hacia el futuro y la ciencia ficción y hablar de Robotech, el Juego de Rol.

La portada que llenó de ilusión a tantos jugadores en 1986.

La idea de escribir sobre Robotech surgió en Navidades. Estaba yo leyendo una vieja revista Dragon cuando vi un anuncio sobre este juego. Y recordé lo fascinante que me pareció la primera vez que lo vi (por allá 1992) y descubrí que existía un juego sobre ese anime. Aunque, claro, la cosa quedaba en suspirar admirando las ilustraciones del anuncio, porque en aquella época no era nada fácil conseguir un juego de estos en España...

No conozco mucho sobre los juegos de Palladium. Supongo que no soy el único. Que yo sepa, ninguno de sus juegos ha sido traducido al español y desde luego, pocos de sus libros, traducidos o no, llegaron a España. Entre las más afamadas creaciones de la editorial (y el alma mater detrás de la misma, Kevin Simbieda) se encuentran Rifts, Palladium Fantasy, Teenage Mutant Ninja Turtles (no es broma) y el que nos ocupa, Robotech.

RIFTS, quizá el juego más famoso de Palladium.

Para los que pudieran no conocer qué es Robotech, hay que decir que fue una serie de anime bastante exitosa en Estados Unidos que acabó apareciendo en las teles españolas justo al comienzo de la década de los 90. Yo fui uno de aquellos chavales de esa época a los que la emisión de Robotech en la tele les pilló en la época justa, cuando estas cosas empiezan a interesar. Recuerdo que me llamó mucho la atención la serie, pero tras unos pocos capítulos empezó a dejar de interesarme. He tenido que hacer un esfuerzo para recordar por qué pasó esto. Y la razón está en que en lugar de combates trepidantes y robots chulos (que sí, que los había), abundaban esas historias de amor que tanto parecen gustar a los japoneses, por no hablar de ¡canciones! (una de las protagonistas es una jovencita que se convierte en estrella de la canción), diálogos entre chicos y chicas y cosas así...

Una típica escena de acción de Robotech, la serie de animación. 

Se dice que Robotech "americanizó" el contenido que tomó como origen. Pues menos mal, porque si en el original japonés hay más canciones y amores, peor nos hubiera ido.

Otra trepidante escena de acción.

Casi coincidiendo con la emisión de esta serie, llegó a las estanterías de nuestras tiendas de rol y librerías un producto bastante relacionado: BattleTech. Era la conjunción perfecta. BattleTech, como he comentado en alguna otra ocasión, tuvo bastante éxito en los círculos roleros y anexos. Entre Robotech y BattleTech había una relación que no teníamos clara (empezando por los nombres de la serie y del juego). Estaba claro porque muchos de los mechs que aparecían en BattleTech salían en Robotech. En realidad FASA no sólo se inspiró en Robotech/Macross para diseñar sus mechs sino en otras series anime como Fang of the Sun Dougram o Crusher Joe (aquí hay un listado muy completo de mechs y la serie en la que se basan).

Esta "reutilización" de mechs es algo que me llamaba mucho la atención, porque implicaba que FASA en su día, en mayor o menor medida, tuvo que inventar una "historia" nueva para mechs que ya tenían su propia historia en Robotech / Macross. Por ejemplo, tomemos el caso del Marauder. Todo un clásico de Battletech; es uno de los mechs favoritos de los jugadores, por su chula apariencia y por su poder letal en combate. El Marauder es un robot que aparece en Robotech y Macross como Cápsula de Batalla de Oficial (Officer's Battle Pod) de los Zentraedi.

El Marauder llegó a ser tan popular que hasta participó en el asalto bolchevique al Palacio de Invierno en 1917.

Los zentraedi son gigantes comparados con la talla humana así que los mechs son como exoesqueletos para ellos, y eso explica alguno de los rasgos físicos y apariencia de esos mechs (por ejemplo esa especie de cabina de pilotaje que tiene el Marauder). Dicho de otra forma: cualquiera que vea un Marauder dice enseguida "ahí va, parece que tiene como una cabina, pero tendría que ser una cabina enooorme si el piloto es un humano; ¿qué hace eso ahí?". El especialista de FASA respondería "¿cabina? ¿qué cabina?", y se alejaría silbando. En otros mechs que sí tienen cabinas de tamaño humano, sí que todo el mundo dice "mira, ahí está la cabina".


Una figurita y un cómic que demuestran lo que siempre sospechamos: que ahí dentro había sitio para un bicho gordo.

Eventualmente el hecho de que FASA se basase en Robotech para el diseño de los mechs llevó a problemas a los jugadores de Battletech. Al final, FASA tuvo un lío de licencias con los creadores de Robotech que desembocó en que el juego de tablero no podía seguir usando los diseños de mechs basados en robots que aparecían en la serie anime. Esto se traducía a efectos prácticos en que ya no podían comercializarse algunos de los mechs más populares, que desaparecerían de las mesas de juego. A partir de entonces, estos mechs pasaron a denominarse "unseen" ("invisible" pero también "ocultos") en el argot del juego.

Con el problemón de los unseen, el Marauder terminó convirtiéndose en ésto. Creo.

Volviendo al Juego de Rol sobre Robotech de Palladium, hay que decir que está bastante bien. El sistema de reglas que usa es básicamente el que Palladium presentó en su Juego de Rol de Fantasía (juego que en un alarde de imaginación fue llamado The Palladium Fantasy RPG). Alguien dijo que este sistema es una mezcla entre el sistema Dungeons and Dragons (las características se definen mediante 3D6 y el combate usa D20) y el percentil (usado principalmente para las habilidades), y por lo que he visto, tiene bastante razón. Una cosa que me ha llamado la atención es la creación del megadaño, un concepto muy útil para un juego de mechas que luego usaría Mekton Z y algún otro: los mechas, naves y cosas así hacen puntos de megadaño. Un punto de megadaño equivale a 100 puntos de daño normales (de los que sufren los humanos).

Adicionalmente, Simbieda, velando por los fans, o aprovechando los vientos, terminó sacando años más tarde (en 1993) otro juego específico para la saga Macross (es decir, quitando lo Robotech). En la introducción, nos avisan de que no confundamos con Robotech, y que este es otro juego distinto de Robotech RPG. Sin embargo, el sistema es más o menos el mismo.

La portada de Macross. Estos libros son una delicia aunque sólo sea por las ilustraciones. Bien jugado, Kevin Simbieda.

Para terminar, me gustaría mencionar a Robotech Tactics. En el 2013, Palladium creó una campaña de mecenazgo para sacar un juego de miniaturas basado en Robotech llamado Robotech RPG Tactics. Inicialmente se pidieron 70.000 dólares pero la cosa llegó a recaudar la barbaridad de más de 1.400.000 dólares recaudados en poco más de un mes. Sí. Eso es más de un millón de dólares.

Memoria de todo un éxito para animar a los que estén pensando en iniciar un mecenazgo.

La caja se puede comprar en la web de Palladium por 99,95 dólares. Tiene una pinta bastante buena e incluye unas 25 figuritas, lo que no está nada mal.

La caja de Robotech Tactics... ¿destinado a ser el sucesor de Battletech?

El juego tiene sus propias ampliaciones en forma de cajas con más figuritas, lo que por cierto se ha convertido en una alternativa para hacerse con mechs "unseen" como el Archer o el Marauder, aunque a un precio quizá algo alto (32 dólares por 4 figuritas). La escala usada en Robotech Tactics es 1/285. Esta es la misma escala usada por Battletech, así que no hay problema de compatibilidad. ¿Maniobra magistral de Simbieda y su equipo para copar un mercado expectante? Lo cierto es que la escala 1/285 - 1/300 se usa desde los 60 en wargames.

¡El Marauder está de vuelta!

Warhammers y Rifleman a 32 dólares... para pensárselo.

Aquí tenéis una entrada de un blog con más información sobre el juego de rol y unos enlaces que yo no he dicho nada de enlaces estos no son los enlaces que andáis buscando.

En fin, viendo todo este material, ¿a quién no le apetece desempolvar las cajas de BattleTech y echar una partida en la mesa del salón?